Tal y como aconteció en varias de las ocasiones anteriores desde su apertura en enero, una pertinaz llovizna primero y un soberano aguacero después, amenazaron con impedir el acceso de los colegas de la ciudad a este servicio que ofrece la sede de la Unión de Periodistas de Cuba.
Aún así asistieron todos los que habían reservado su mesa, con el aliciente de que al pollo frito que se ofertó en ocasiones anteriores, se sumó el bistec de cerdo. Los precios se mantuvieron inalterables, bajos en comparación con los de Gastronomía, aunque se mantuvo la ausencia de cervezas, vinos o licores, una deficiencia que esperamos se resuelva próximamente.
Entre los comensales, sobresalió la presencia del Premio Nacional de Periodismo José Martí, José Julio González Rivas, o sea, el inefable Pepe Rivas, quien elogió la calidad de la comida y el servicio. Similar criterio sostuvieron la reportera jubilada de Radio 26 Leonor Fariña, Noelis Santoyo, el Chino Navarro y su hijo, de la propia emisora, así como Ramón Pacheco Salazar, del semanario Girón.
Mientras se acerca mayo, se esfuma cada vez más la posibilidad de degustar los platos elaborados en la UPEC bajo la sombra de los naranjos, toda vez que si en nuestro seco "invierno" el patio de nuestra Casa, que no es particular, se llueve y se moja de esta manera, el aula de la UPEC seguirá cambiando pupitres por las mesas del restaurant.
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