El Teatro Sauto celebró este sábado el aniversario 150 de su fundación a escasos metros de la bahía de Matanzas, cien kilómetros al este de La Habana.
La gala tuvo por escenario la céntrica Plaza de la Vigía, en las afueras del coliseo, toda vez que éste se encuentra aún en una de sus reparaciones más profundas.
El espectáculo contó con un elenco mayormente joven, proveniente de las Escuelas Vocalcional de Arte y Elemental de Música de esta ciudad, aunque el público asistente pudo disfrutar de colectivos y artistas profesionales como Reynaldo y Rey Montalvo, Danza Espiral y el grupo de Lien y Rey, entre otros. La dirección estuvo a cargo de Rubén Darío Salazar.
El cierre estuvo a cargo del conjunto Miguel Faílde, cuyo intérprete principal, en una aclamada improvisación mientras el grupo interpretaba Sandunguera, deseó que "no le pasara al Sauto lo mismo que a la Sala White", en clara alusión a los desatinos en la restauración del principal espacio para orquestas de cámara en la urbe.
Fue una velada digna, aunque pudo ser mucho mejor debido a las deficiencias en el audio y ciertos detalles que introdujeron notas discordantes.
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