miércoles, 3 de julio de 2013

Salvar la playa



Científicos de Matanzas, cien kilómetros al este de La Habana, se empeñan en salvar el recurso natural más importante de Varadero, la playa. Con este propósito se sigue un programa de manejo costero que debe ser cumplido por todas las entidades que inciden en el balneario ubicado al norte de la provincia.
Varadero recupera parte de su aspecto original gracias al programa regido por el Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), que se aplica en el principal destino del sol y playa del país. El mismo incluye vertimientos artificiales de arena, demolición de construcciones, la siembra de plantas y la restauración de áreas afectadas por la erosión.

El Máster en Ciencias Oscar Luis García, Director de la Oficina de Manejo Costero, sostiene que la alimentación artificial es uno de los elementos de mayor fuerza, pues permiten reponer en poco tiempo una gran parte del volumen de arena perdido mediante el bombeo desde patanas en el mar, de toneladas de material extraído de cuencas ubicadas en los cayos. El año anterior se hizo el último y el próximo será en 2016.
García destaca que entre un vertimiento y otro la oficina que dirige realiza la alimentación por tierra de las zonas más erosionadas. “Por la dinámica propia del balneario –abunda- la arena se va acumulando en depósitos próximos al canal de Paso Malo, de allí la extraemos para rellenar áreas que van quedando al descubierto en la costa producto de la erosión”.
La parte más difícil del programa será demoler aquellas construcciones que se hicieron sobre la duna desde principios del siglo 20. Unas 150 instalaciones tendrán que ser evaluadas, algunas de ellas con valor patrimonial.
“Durante varias décadas, y al igual que en el resto del mundo, en Varadero se levantaron edificaciones sobre la duna. Éstas provocan que al romper la ola, ella no pueda disipar toda su energía cinética, arrastrando consigo la arena en lugar de depositarla sobre la duna.”
En áreas que ya se demolieron la restauración incluye depositar arena, sembrar la vegetación –que es un proceso extremadamente lento- y cercar el área.
A ello se suma que de todo el litoral, especialmente del área comprendida en lo que hoy se conoce como Varadero histórico, se extrajeran millones de metros cúbicos con el propósito de usarla en la construcción. Se introdujeron plantas exóticas como la casuarina, cuyos efectos fueron devastadores y se eliminaron otras autóctonas que durante siglos sirvieron para mantener la arena en su lugar a pesar de marejadas y temporales.
La arena de Varadero se forma a partir de la descomposición de organismos vivos como algas, cuya composición de carbonato de calcio hace que éste se libere al morir la planta. La acción del hombre ha hecho desaparecer casi por completo dichas algas. Cada año se pierden 40 mil metros cúbicos por la acción del mar y del viento, por lo que recuperar terreno es una urgencia ante la subida del nivel de las aguas.
Para este verano se emprenderá una campaña de protección de las playas, en tanto se espera un gran proyecto de mejoramiento de las dunas el año próximo.
Trabajo conjunto
El CITMA junto al Ministerio de Turismo se certifican playas con la categoría de ambientales, y socializan los conocimientos acerca de la necesidad de proteger el principal recurso natural del polo turístico.
 Salvar la playa es una de las urgencias para directivos del turismo en Varadero. En tal sentido, cinco hoteles consiguieron la categoría de playa ambiental para el tramo de costa que administran: Iberostar Taínos fue el primero, le siguieron el Iberostar Laguna Azul, Blau Varadero, Solymar y Meliá Las Américas.
El Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente evaluó 80 sectores de playa en toda la provincia de Matanzas. Sin embargo, solo cinco instalaciones hoteleras consiguieron la certificación de Ambientales, en tanto las playas más populares, ni siquiera pueden optar por la categoría al no disponer de una entidad única que las conserve. Operan en ella, comercializan sus productos, la limpian, pero ninguna de ellas rige sobre las demás ni coordina acciones conjuntas.
La playa ambiental más reciente es la del Meliá Las Américas, beneficiada con el vertimiento de arena del año anterior y con las acciones de capacitación de todo el personal para su cuidado. A cargo de la tarea está Zahily Alzola, Subdirectora de Calidad, quien asegura que la capacitación medioambiental ha sido decisiva, pues se han comprometido con ella los trabajadores.
Enumera la directiva que entre las acciones más importantes sobresalieron la eliminación de la vegetación exógena, de las construcciones que había sobre la duna, y se respeta la capa vegetal que cae de forma natural sobre ésta. De igual forma, se colocaron ceniceros, depósitos para basura y para envases de cristal. “El manejo de la playa como atributo está en la misión y la visión del hotel”- afirma Alzola.
El programa de Playas ambientales, cuyo pionero es el Hotel Iberostar Taínos de Varadero, sigue el afán de eliminar construcciones y áreas deportivas sobre la duna, así como los vertimientos de basura, montar sobre pilotes las instalaciones rústicas y conservar la vegetación.
La ingeniera industrial Aylén  Cisneros, Especialista en Calidad del Hotel Iberostar Taínos, conoce cada detalle del trabajo que se hace para que los turistas sientan seguridad ambiental. Elogia el trabajo de jardinería, cuyos operarios son responsables además de mantener la playa limpia, así como de cuidar que la capa vegetal que cae de los árboles se mantenga cubriendo la duna, que en este caso es verdaderamente ancha y con la arena fina que distinguió originalmente al baleario.
Llama la atención que dos de las instalaciones avaladas con la categoría de ambientales sean de la misma cadena.
Ismary Hernández, Subdirectora General del Hotel  Iberostar Taínos sostiene que la compañía muestra una vocación ambientalista.
Por tal razón contrató a la empresa mexicana Marti, la cual audita el ahorro de energía, el tratamiento de residuales, los desechos y el reciclaje, entre otros aspectos. Luego de tres visitas, la última en mayo, entregó al hotel el reconocimiento Gestión de Calidad en Temas Ambientales.
Para este hotel resulta vital semejante accionar, toda vez que por sus políticas de comercialización es uno de los pocos con una ocupación lineal en Varadero, siempre por encima del 90%. Y aunque apenas cuente con 272 habitaciones, la playa está sometida todo el año a un uso intenso.
El mar avanza inexorablemente sobre la línea de costa. El crecimiento de su nivel año tras año es un fenómeno irreversible, por lo que la conservación de las playas y la recuperación de las dunas de arena  resulta obligatorio si se quieren disfrutar en el futuro.


 



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