Bolivia, Paisajes ~ El amigo común

Camino a la cima del nevado Chacaltaya, en las cercanías de La Paz

Siempre con la mirada del aficionado que soy, quiero compartir imágenes y vivencias de Bolivia, un país andino, con una cultura muy diferente a la cubana. Aquí hay tan solo una pequeñísima muestra de los paisajes que disfrutamos, -y en ocasiones sufrimos- al transitar por las geografía de aquella nación.
Desde la aridez del altiplano hasta las lluviosas selvas del Chapare. Desde la magnificencia del Cristo de la Concordia de Cochabamba, hasta la sencillez de la cholita friendo carnes en una céntrica avenida de La Paz.
Las vivencias fueron muchas: un guía en el Parque Nacional Sajama, a los pies de la elevación más alta del país, con 6542 metros sobre el nivel del mar, intentó contarnos la leyenda del titán Sajama, cuya cabeza al ser desprendida en una lucha formó la montaña. Pero intentó el humilde hombre ser más sensacionalista de la cuenta, y a los topos que originalmente cuenta la mitología fueron enviados a destruirlos, los montó en un tren que llegó de Europa...
El volcán Sajama se ubica en las cercanías de la frontera con Chile y no ha entrado en erupción por 10 mil años. En su base abundan las llamas y las vicuñas, y aunque en la literatura sobre el sitio hace referencia a los cóndores, al menos yo, no conseguí ver ninguno.
Las lluvias intensas nos bloquearon el camino a Cochabamba, y provocaron uno de los más tensos viajes por carretera que jamás he dado, pues los deslaves estaban a la orden. Ya en la ciudad cuyo clima es tal vez el más benévolo del país, visitamos el Cristo, la mayor estatua de Jesús en el mundo, con 34 metros de altura.
En La Paz conseguimos escalar casi hasta la cima del nevado Chacaltaya, con las consecuencias del calentamiento global a la vista, cuando se ven piedras donde antes solo hubo nieve. El sonido de truenos y la proximidad de una tormenta me hicieron reconsiderar la escalada a unos 100 metros de la cima.