lunes, 16 de septiembre de 2013

¿Serie Nacional más pareja?



 La pelota cubana comenzará a rodar el 3 de noviembre venidero, y aunque el anuncio causó disímiles reacciones, comencemos a analizar qué pudiera pasar a partir de esa fecha.
 Para la Comisión Nacional de Beisbol cada vez se hace más difícil presentarse públicamente porque los vacíos de información que deja, las dudas que crea y el misterio con que aborda un tema tan seguido por los cubanos deja mucho que desear.
 El capítulo más reciente de esta tragicomedia fue el secreto con que se mantuvo el inicio de la Serie –aparentemente debido a que se retrasó la llegada de la tela de los uniformes-, aderezado con el chismorreo acerca de la mudanza de los Gourriel, la salida del país de varios atletas y las posibles contrataciones en el exterior.
 Para el deporte cubano se impone una actualización inmediata. Y sí, el bloqueo afecta, y bastante. Pero la organización, la planificación con que se están asumiendo el resto de las actividades económicas en el país obligan a dotar de mayor seriedad el espectáculo nacional.
 Las Grandes Ligas divulgaron el calendario del año próximo y todavía no ha concluido el presente. Sin copiar innecesariamente ni establecer comparaciones absurdas, la pelota cubana precisa de ordenarse de manera que las autoridades de gobierno de todo el país puedan planificar las actividades de apoyo a la pelota, y lo que es más obvio, que los atletas y entrenadores sepan lo que van a hacer.
 Pronósticos
 La prensa, como de costumbre, se enfrascará desde ahora en tratar de adivinar la actuación de los equipos en liza a partir de las nóminas que presenten, las actuaciones más recientes y los progresos vistos en los entrenamientos.
 Dispongámonos pues a pronosticar qué sucederá desde el 3 de noviembre cuando las novenas de Villa Clara y Matanzas sellen oficialmente el inicio del campeonato de Cuba.
 Tras la salida del país de un grupo de peloteros con mayor o menor prestigio, las bajas por indisciplinas, retiros o lesiones de otros, las nóminas de una buena parte de los conjuntos sufrirán mermas para el torneo que se avecina.
 Ello pudiera provocar un descenso en la calidad del desempeño de varios seleccionados, lo que seguramente moverá el mapa de la pelota. Al mismo tiempo, y a pesar de las afectaciones al espectáculo que obviamente se producen al dejar de ver a luminarias de nuestro béisbol, se pudiera producir una mayor paridad entre un grupo grande de equipos que estarían presuntamente disputándose un puesto entre los ocho clasificados a la segunda ronda.
 A todas luces, Cienfuegos aparece como el más afectado y muchísimos aficionados consideran condenados a los Elefantes a quedar fuera de la segunda parte de la serie.
 La pérdida de todo el bateo de fuerza, sus dos receptores de puntería y su mejor lanzador –éste aún en forma-, harán que los cienfuegueros se deban consolar casi de seguro con aplaudir a los suyos mientras visten las casacas de otros equipos como refuerzos.
 Industriales se reforzó ofensiva y defensivamente con los Gourriel, será un “tanque”, como le llaman a los seleccionados con mayor potencial de bateo. Pero el pitcheo de los azules es toda una incógnita y habrá que ver cómo se presentan los dañados brazos de Frank Montieth, Ian Rendón y Arleys Sánchez. El mentor Lázaro Vargas pudiera apostar por ganar de todas todas tres de cada cinco partidos y en ellos situar a lo mejor que tiene, dejando los otros dos juegos para los novatos… y cerrar los ojos.
 Sancti Spíritus continúa siendo una novena sólida, pero dependerá de la recuperación de Frederic Cepeda, tras haber salido lesionado el año anterior en una muñeca. Sus mayores preocupaciones rondan la segunda almohadilla y encontrar sustitutos dignos para Yuliesky en el impulso de carreras y la defensa de la tercera base.
 Ciego de Ávila recibió un bálsamo de estímulo con su triunfo en Canadá, sea al nivel que sea. El hecho es que ganaron y regresaron con otro aire. La salida de Mario Vega deja un vacío que pudiera llenar José Ramón Alfonso, pero la baja de Rusney Castillo sí le hace un hueco en las rayas de Los Tigres. De todas maneras, si rindieran sus puntales, Ciego tiene potencial ofensivo, defensivo y de pitcheo para luchar otra vez por la clasificación y entonces completar la novena con los refuerzos necesarios.
 Villa Clara tendrá que jugar sin Ariel Pestano y Misael Siverio, quienes tomaron rumbos muy diferentes. El primero ya en los últimos años había cedido protagonismo a Yulexis La Rosa, y tal vez eso contribuya a aliviar su salida del diamante cubano. Los azucareros tienen lanzadores para suplir con creces al segundo. Son los campeones y deben estar nuevamente entre los cuatro, pero deberán hacer la tarea y recuperar el bateo de sus principales figuras, incluido Ramón Lunar, quien aún se recupera
 Del resto de los clasificados del año anterior, Pinar del Río y la Isla aparecen como los que menos cambios sufrirán de una temporada a la otra. Pinar regresa con Alfonso Urquiola, su capacidad pudiera llevar a los pativerdes de regreso al estrellato, con un cuarteto de abridores que nadie tiene. La cohesión será la interrogante.
 Los Piratas son los mismos del año anterior, solo que con otro cerrador, Danny Aguilera, y un año más de experiencia para varios de los jóvenes más talentosos. El manager Armando Jhonson tendrá que ingeniárselas otra vez para sacar provecho a todos los renglones del juego y sustituir la fuerza al bate que le falta a su alineación.
 Del resto, trataremos en un próximo comentario.

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