martes, 17 de septiembre de 2013

No van lejos los de alante…



Dos conjuntos que tuvieron brillo en el pasado reciente de nuestras series nacionales de béisbol ahora volverán a pasar trabajo para ganar. Se trata de Las Tunas y Guantánamo, seleccionados que han visto mermar sus filas año tras año por diferentes causas.
 Los tuneros casi se han dado ellos mismos el tiro de gracia. Durante la temporada anterior perdieron al torpedero regular y tercer bate Alexander Guerrero y después al receptor Yosvany Alarcón. Al finalizar su participación, en un inusual arranque del director Juan Miguel Gordo, los peloteros fundamentales del equipo fueron acusados de no dar el máximo. Y las consecuencias fueron la separación de Joan Carlos Pedroso y Yordanis Scull. El talentoso Yordan Alvarez apunta como sustituto de Pedroso, pero pudiera ser demasiado pronto para él.
 Como muchas veces sucede, es probable que no se sepa la verdad que le asistió a Gordo. Pero cuando el río suena…Habrá que ver si la entrega de los Leñadores ahora es superior, eso lo dirá el terreno.
 Los Indios por su parte, pierden a Dainer Moreira. Quizás el crecimiento del jovencito Julio Pablo Martínez le de opciones de mejorar el line up, pero el campo corto no correrá la misma suerte, aunque utilicen en dicha función a Andrés de la Cruz, con experiencia  en clásicos nacionales. Ya el pitcheo guantanamero sufrió más de la cuenta con la pérdida de sus mejores valores, mas, Frank Navarro ofreció luces de esperanza el año anterior al reforzar a Matanzas con sobresalientes actuaciones.
 Ambos conjuntos no aparecen entre los favoritos para clasificar, algo que bien pudieran disputar Granma y Santiago de Cuba, sobre todo por sus poderosas tandas ofensivas y el vacío de poder que dejará probablemente Cienfuegos en la parte alta de la tabla.
 Los Alazanes tienen un equipo con todo lo necesario. Y un poco más, al disponer de Alfredo Despaigne, un plus que todo el mundo quisiera poder disfrutar. Habrá que ver cómo Indalecio Alejandrez cohesiona al grupo y los encarrila a más victorias. La defensa y el aporte de los lanzadores, varios de ellos con experiencia internacional, determinarán buena parte del destino de este conjunto.

Las Avispas santiagueras enfrentan un dilema: los lanzadores de segunda línea tendrán que crecer, superarse a sí mismos para apoyar el trabajo de los abridores, cuya labor se vino abajo en muchísimas ocasiones el año anterior en los capítulos finales de los partidos. Héctor Olivera es una incógnita, pero regresa Luis Miguel Navas y si ambos vuelven a su altura, Santiago seguirá siendo Santiago.
 Muy a pesar del magnífico cuadro que reúnen, de los experimentados jardineros con que cuentan y el talento de varios de sus jóvenes lanzadores, para Holguín está reservado uno de los últimos asientos de este coche. Similar destino puede correr una vez más Camagüey a despecho de la calidad individual demostrada por varios de sus atletas que brillaron incluso en la post temporada pasada. El béisbol es un deporte colectivo y en esa provincia año tras año se demuestra que solo con potenciales individuales no se gana.
Los dos parientes pobres de la Serie 52, Artemisa y Mayabeque lucharán por trastocar su suerte. Los artemiseños renovaron el cuerpo de dirección, recibieron algún que otro refuerzo proveniente de la capital y mantienen el envidiable staff de pitcheo, aunque mucho tendrán que trabajar sus directivos para mejorar la motivación de esos atletas, incluso de los más experimentados.
 Otro tanto tendrá que hacer Rigoberto Madera, aunque el préstamo por dos años del talentoso Jorge Luis Barcelán y la llegada de otros capitalinos harán de los Vaqueros un seleccionado más difícil de derrotar. Y ojo, a diferencia de lo anunciado, la primera parte del campeonato tendrá solamente 45 juegos, algo que beneficia muchísimo a los menos fuertes.
 En próxima entrega, echaremos un vistazo a Matanzas.

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