Presentan proyecto de rescate del Río San Juan

 Las márgenes del río San Juan, en Matanzas, son una mina de oro que espera por su explotación. Anclados aún en la fase de proyectos, el boulevard de los Artistas y el paseo marinero esperan por decisiones y acuerdos, para ponerse en marcha, como parte de un ambicioso programa de restauración destinado a salvar el centro histórico de la urbe.
 Enclavada desde 1693 entre los ríos San Juan y Yumurí, la ciudad de Matanzas se organiza en torno a las dos vías fluviales, en épocas pasadas con muchísimo peso en la economía local. Los estudios que se realizan para recuperar el entorno circundante pretende justamente devolverles el valor de uso a los ríos y al mismo tiempo embellecer la zona, hasta convertirla en una atracción turística y de recreo.
La arquitecta Yimara Lavastida es la Proyectista General designada por la Empresa de Proyectos e Ingeniería para encabezar a un grupo de especialistas que pretende ubicar allí servicios recreativos y culturales, justo los más escasos en el centro de la ciudad, según arrojó su primera investigación. "Como parte del estudio visitamos la Dirección Provincial de Patrimonio -comenta Lavastida-, y consultamos todas las fuenstes que nos mostraron, buscamos en el Instituto de Planificación Física los lineamientos que querían  y los proyectos que existían, y convocamos en la empresa a todos los profesionales que en algún momento habían intervenido el lugar y quisieran colaborar".
Las indagaciones iniciales arrojaron que en el centro de Matanzas abundaban los servicios de tiendas y gastronómicos, no así las instituciones culturales y recreativas, por lo que pensaron de inmediato que era el destino fundamental que podría otorgársele al área, específicamente a la calle Narváez, que corre paralela a la orilla norte del río San Juan, y abarca unos 800 metros.

Entre las premisas generales que se trazaron se encuentran sanear las márgenes del caudal, soterrar las redes eléctricas y telefónicas, subir el nivel de la calle al nivel de la acera, colocar árboles y luminarias, proponer mobiliario urbano y adoquinar la calle para convertirla en un paseo peatonal. "Pero para ello -abunda Yimara- hay que tener la disponibilidad de los locales con los que se cuenta. Los estatales se supone que se incoroporen al boulevard, pero hasta el momento no se hicieron las conciliaciones necesarias con los organismos propietarios. Una vez que el Gobierno logre dicho paso se harán los levantamientos topográficos y se encargarán proyectos individuales".
 El boulevard de los artistas comprendería toda la calle Narváez, incluidos los tramos ocupados por viviendas, con cuyos moradores habrá que negociar qué participación tendrán; entidades estatales y privadas ocuparán espacios que repararán; en tanto, para la margen sur, existe un proyecto de paisajismo, previsto en otra etapa.

La vuelta a la vida del río San Juan y sus orillas tendrá que involucrar necesariamente a un considerable número de personas y empresas, puesto que del éxito del proyecto dependen en buena medida muchos de las mejoras previstas en el Programa Matanzas Aniversario 325, presentado de manera oficial en la sede del Gobierno de la Provincia. Su Presidenta Tania León Silveira destacó la importancia de conseguir un trabajo loable allí, no solo por los ingresos que pudiera generar, sino también por la confianza que se ganaría para acometer obras más complejas y costosas.
El gobierno en Matanzas tendrá que conciliar a todos los organismos implicados, y habrá que ajustarse a lo proyectado para que estas ideas conceptuales no se queden en un sueño, las traicione el voluntarismo o se conviertan solo en maquillaje, sino que conformen una obra perdurable. "Este es un proyecto de ciudad, y la ciudad es de todos", concluyó Yimara Lavastida, en un intento por sumar a quienes posean conocimientos e ideas que pudieran aportar a un anhelo de los pobladores de la urbe.

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