Se calcula en unos 38 mil participantes entre bailarines y músicos, quienes recorren 4 kilómetros por las calles de dicha ciudad andina hasta el Santuario a la Virgen del Socavón, como se le conoce en Oruro a la Candelaria.
Durante el año 2007, año en que se tomaron estas fotografías, la celebración de la Entrada del Carnaval coincidio exactamente con la fecha en que se venera a la Virgen -2 de febrero- suceso que solo se ha repetido en tres ocasiones, por lo que cobró particular importancia.
Casi medio millón de personas acuden cada año a la ciudad sureña de Oruro, dedicada mayormente a la minería, y donde los vivaces colores de los protagonistas contrastan con los tonos grises que predominan en la región.
Las principales danzas son la Diablada (secular enfrentamiento entre el Diablo y los ángeles, entre el bien y el mal), la Morenada y los Caporales. La celebración comienza con una misa la noche antes, frente al Santuario del Socavón, y transcurre durante todo el sábado hasta bien entrada la noche cuando los últimos danzantes desfilan ante la Virgen en postración.
Misa ante el Santuario del Socavón, vísperas del Día de la Candelaria
Los fieles hacen sus pedidos a la Virgen
El desfile comienza con los mineros paseando a la Virgen
El precio de cada traje hace que danzar en el Carnaval no sea un simple paseo
Algunas de las vestimentas pesan hasta 50 libras
Más de 400 mil espectadores se agolpan en plazas y balcones
La diablada
Desde niños los bolivianos reciben las ancestrales tradiciones
Los pueblos originarios están ampliamente representados
La Entrada se prolonga durante todo el día y hasta bien entrada la noche
Auténticas pistolas de agua de "gran calibre", lanzan chorros a varios metros
"Combates" de espuma en los que nadie puede ofenderse y cualquiera puede "atacar"
Un día después de la "guerra"
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